EL VIOLINISTA SOBRE EL TEJADO.


En nuestra anterior entrada, os hablamos del Tambanillo, que es la repisa superior de la escalera. Como pudisteis comprobar, se había respetado su construcción original, utilizando una serie de elementos para darle un valor añadido a esa zona que parecía muy olvidada por el paso del tiempo.



En el siguiente proyecto, os vamos a enseñar cuál fue el resultado final de la parte circundante, así como la restauración completa del arranque de escalera hacia el piso superior.

Para ser sinceros, no fue tarea fácil, ya que aparte de los toques típicos de decoración, en esta ocasión tuvimos que hacer obras de mayor envergadura, tales como enlucir con cemento la pared, limpiar vigas, cañizo y un largo etcétera...


En la primera foto, podéis comprobar el estado inicial del muro lateral derecho, a ladrillo visto, y sin terminar con ningún tipo de material.


Dado que no se trataba de un ladrillo que fuera objeto de protección, porque no tenía interés arquitectónico alguno, se procedió a su enlucido, con cemento y arena, para unificar totalmente la pared.



Obviamente, en este estado, el próximo paso a llevar a cabo era pintar, y como siempre, se optó por el blanco, ya que como dijimos en una ocasión anterior, estas casas antiguas, siempre estaban encaladas, por lo que respetamos su espíritu original, y la elección fue la acertada, como podréis comprobar en la última fotografía, donde os desvelamos el resultado final.

Pero antes.... debemos hacer mención expresa al estado en que se encontraba el tejado, el cuál fue realizado mediante una viga central de carga de madera, y lo que comúnmente se denominan "palos" y hacen la función de la vigueta.  





Siempre hemos pensado que este tipo de construcción es única, y si los materiales iniciales están en buen estado, no hay por qué sustituirlos, ya que como podréis comprobar en las siguientes imágenes, cada elemento es único, porque no existen dos troncos iguales.

El cañizo que se emplea como bovedilla, estaba en unas condiciones deplorables, lleno de suciedad, y de trozos de yeso, por lo que hubo que cepillar para devolver el lustre inicial, y quitar los excesos de pasta que sobresalían del tramado, tarea que fue harto dificultosa.



Respecto de los "palos", y como acción preventiva, aplicamos un producto contra plagas, (carcoma, hormigas de la madera, hongos), y a posteriori, se pintaron con un barniz al agua en tono nogal. Poco a poco, se iba transformando el patito feo, y tras mucho polvo, suciedad, arañas, y un largo etcétera, mereció la pena el gran esfuerzo!!!! El resultado final estaba por encima de nuestras expectativas.





Una vez realizada esta tarea, se procedió a colocar una ventana para iluminar el hueco de la escalera, ya que de lo contrario permanecía oscura y lóbrega, siendo una lástima no aprovechar esa luz natural, que embellece tanto las estancias. Adquirimos una de madera, pero con sistema climalit, en BRicoDepot, por un precio más que razonable, y dado que queríamos armonía en todo el conjunto, la pintamos del mismo tono que las vigas.



Situada ésta, y para evitar en verano la entrada de mosquitos y pequeños insectos, compramos una barra de cortina y visillos en nuestra adorada Ikea, por menos de 10 euros.



Así que, tras muchas horas y dedicación, llegó el momento de elegir los elementos para embellecer el conjunto, y como menos es más, (máxima donde las haya), decidimos emplear exclusivamente tres colores: blanco, negro, y rojo. Añadimos unas plantas, de forma aleatoria pero guardando armonía con el resto, y empleando un sofá pequeñito que encontramos abandonado en un vertedero y lacamos en negro, así como una mesita que pintamos en blanco y una caja de madera con botellas de diferentes tamaños y formas,  se ha quedado un rincón de lo más coqueto.









Deseamos que el resultado final os haya gustado, y consideréis nuestros proyectos como una modesta ayuda e inspiración, para que en caso de que tengáis que acometer una tarea de restauración, por pequeña que sea, podáis ver que con un poco de mimo, todo cambia de forma radical.

Siempre hemos pensado que las casas antiguas, son muy agradecidas, con un poco de maquillaje, vuelven a lucir como auténticas damas.

Os esperamos en nuestra próxima entrada, y recordar que todo tiene una segunda oportunidad.

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